Resumen
Óscar del Barco, antiguo miembro de Los Montoneros, publicó en 2004 una carta que suscitó un acalorado debate en Argentina sobre la violencia revolucionaria. Del Barco, escribió a Sergio Schmucler, lo siguiente: “Repito, no hay ningún ‘ideal’ que justifique la muerte de un hombre. El principio fundador de cualquier comunidad es ‘No matarás’. No matarás al hombre porque todo hombre es sagrado, y todo hombre es todos los hombres”. En esta investigación utilizo el debate del “No matarás” para problematizar dos ideas interconectadas que, en Colombia, sustentaron el uso de la violencia revolucionaria por parte de los movimientos guerrilleros surgidos en la década de 1970. Por un lado, un optimismo antropológico; por otro, un esquema teológico de conversión de la violencia en justicia. A partir de esto, sostengo dos cosas: 1) que la violencia revolucionaria surgió de una certeza ético-política, de la confianza en estar del lado correcto de la historia (porque los violentos eran otros); 2) que su persistencia en el tiempo hizo visible un elemento trágico, que la bipolaridad entre víctima y verdugo que se inscribe en la lucha de clases es un falso dilema, pues en el contexto de la violencia revolucionaria nadie tiene que tomar nunca una decisión, ni puede hacerlo. Afirmo que lo fundamental de la violencia guerrillera en Colombia es que superó la capacidad de la izquierda para controlar su praxis revolucionaria y que explotó el vínculo con la subjetivación política a la que aspiraba: el proletariado como sepulturero de la burguesía.
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Ponencia temática de un trabajo
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KEYWORDS
Marxismo, Debate No Matarás, Violencia Revolucionaria, Historia de Colombia
