Abstract

Las artes han estado presentes desde siempre como un recurso valioso para la humanidad en tiempos de bienaventuranza así como en los pandémicos. Recientemente ha cobrado más auge en el activismo para la conciencia social acerca de las problemáticas que adolecen en la sociedad, considerándose alternativas para el cambio y la transformación de grupos, colectivos y comunidades donde situaciones de índole mental, emocional y de salud han afectado el bienestar personal y social, así como la prevalencia de la cultura negativa a falta de accesos a los derechos por cuestiones estructurales que tienen que ver con el pobre sistema educativo y su desarticulación con el gobierno, instituciones y la sociedad civil. Por lo anterior en este texto se difunden los resultados de un programa de artes plásticas dirigido a la comunidad infantil y adolescente, ofertado antes, durante y después de la pandemia en Ciudad Obregón, Sonora, México, en escuelas primarias y secundarias públicas de entornos vulnerables; para resguardar sus derechos culturales y mejorar su calidad de vida. Este estudio cualitativo muestra cómo niñeces y adolescentes a través de talleres en sus colonias y en sus escuelas, vivenciaron otra forma de conocer el mundo e idear entornos seguros, diferentes, positivos y empáticos, donde tolerancia, solidaridad, respeto, aceptación, igualdad, la pertenencia tienen cabida en la generación de entornos estables de vuelta a la presencialidad.