Abstract

Los proveedores de salud que trabajan con poblaciones de pacientes multiétnicos y multilingües necesitan saber cómo la cultura y el lenguaje puede influir en la comunicación clínica y la atención, y aprender las habilidades necesarias para identificar y responder eficazmente a las necesidades de los diversos pacientes. Ante tal diversidad, se reconoce que los encuentros clínicos poseen gran cantidad de signos y significados culturales, por lo que proveedores de salud deben tener conocimientos de comunicación intercultural con el fin de recibir y proporcionar servicios de salud satisfactorios. La Competencia Comunicativa Intercultural (CCI), anteriormente conocida como "competencia intercultural", "sensibilidad intercultural" o "eficacia intercultural", comúnmente se conoce como "el conocimiento, la motivación y habilidades para interactuar eficaz y adecuadamente con los miembros de las diferentes culturas". Uno de los pocos modelos de CCI que incorpora múltiples perspectivas culturales, es el modelo de Arasaratnam (2003). Este modelo identifica la experiencia, la habilidad de escuchar, las actitudes positivas hacia las personas de otras culturas, la motivación para interactuar con personas de otras culturas y la capacidad de empatizar, como variables que contribuyen a la CCI.