Abstract

Cuando los libros de una biblioteca finalizan su vida en ella, tienen la opción de ser expurgados, pero también pueden alargar su vida si caen en manos de uno grupo de artistas que los ven con otros ojos. Las actividades desarrolladas por éstos con su visión artística, pueden dar lugar a efectos que trascienden el hecho creativo que puede convertir a cada libro en una obra artística. Así un grupo de libros salvados de su destrucción, se hace partícipe de las sensibles propuestas artísticas que hacen de ellos un medio de expresión artística que trasciende su primera razón existencial para proponer nuevos lenguajes, nuevas formas visuales y nuevas acciones que nazcan de la manipulación de sus entidades objetuales. Una vez conseguidos los nuevos libros, que ahora pueden ser llamados “libros de artista” ofrecen nuevas formas de comunicación y de intercambio sensible entre el autor y el espectador-lector que participa en la manifestación de su nueva vida y desarrolla otras formas de lectura. Todo ello puede quedar recogido en un nuevo libro que lo mantiene la experiencia en el recuerdo y abre el camino a nuevas formas de relación artística.