El ecoturismo mercantil en sustitución de espacios sustentables
Abstract
Los parques nacionales constituyen una iniciativa centenaria en el contexto ambiental argentino. Se trata de áreas naturales protegidas en regiones cuyo paisajes y ecosistemas requieren el máximo de los cuidados. No obstante, en ellos, el estado nacional promueve un turismo sustentable, sobre todo para fortalecer los objetivos de la educación ambiental. Sin embargo, a la preexistente lógica extractivista, se materializaron trasgresiones ambientales asociadas a barrios cerrados, residencias de fin de semana, complejos recreativos y extensiones comerciales desarrolladas a partir del ecoturismo. A simple vista, consiste en inversiones privadas o concesiones, en aras de atenuar el impacto generado por el hacinamiento urbano. No así, estos usos de suelo implican nuevos problemas: modificación de la flora nativa, extinción de fauna silvestre, alteración hidrográfica y otros. Además, el acceso está condicionado a una renta. Este es el caso de las sierras aledañas a la ciudad de Tandil, a pesar de que en el año 2010 se definió como Paisaje Protegido. En el lugar se estudiaron los problemas ambientales complejos, cuyas consecuencias atentan a un turismo plural y alcanza al propio casco urbano (entorno contiguo al área protegida), a través de inundaciones, incendios forestales, vertido de efluentes cloacales, entre otras transgresiones, urgidas del correlato de un tipo de urbanización insustentable aguas arriba. Para ello se recurrió a informes catastrales, variaciones censales, imágenes satelitales, entrevistas y relevamientos, los cuales demuestran que en la última década se consolidó un tipo de turismo calificado ecoturismo mercantil, a partir de un negocio inmobiliario poco regulado por las políticas conservacionistas que se proclaman por ley.

