Abstract

En una época, en la que todo lo llamado “orgánico” está de moda, ahora esta visión evolucionista se aplica por vez primera al marco del estudio de turismo en la Costa del Sol española. Esta concepción se denomina la “Teoría del ciclo de vida de un área turística” y, en este sentido, el destino turístico nace, evoluciona, pasa por sus achaques y muere, o renace, igual que un organismo viviente, según el baremo de sus circunstancias sociopolíticas, económicas y medioambientales. Esta aproximación a la observación de un destino turístico fue ingeniada, en su momento, por el conocido ambientalista Richard W. Butler, y ha sido empleada para estudiar destinos turísticos tan divergentes como Hawai, la Costa Dorada de Australia, Venecia e incluso la tierra de los ammish, en Lancaster (Pensylvania). Sin embargo, hasta ahora nunca se le había aplicado al espacio de la Costa del Sol española. En este libro, y entre otras facetas del mismo, se explora el efecto en los recursos acuíferos de este destino turístico, por el funcionamiento del casi un centenar de campos de golf construidos de Málaga a Cádiz. De esta manera, representa un estudio inaugural, tanto en forma como en fondo, del análisis de una teoría de turismo en un marco de espacio regional dedicado a la finalidad de esta industria concebida como la mayor del globo.